Miércoles 3 de diciembre
La fe es como una semilla que crece cuando la cuidamos y la regamos.
Cuando amamos como María y hacemos lo que le agrada a Dios, la semilla de la FE crece fuerte y sana.
Queremos seguir siempre las huellas de Dios portándonos bien y escuchando nuestro corazón, como lo hizo María.
